Este proyecto realizado por el Estudio Urban Proyectos Interiorismo, con Lola Morales como interiorista y Juan Luis Ruiz como ingeniero de obra, cuenta con materiales Gibeller para crear un espacio abierto y diáfano, con un enfoque minimalista y contemporáneo.
Se apuesta en esta vivienda por el blanco como protagonista, una paleta de colores que brinda sensación de amplitud y luminosidad.
Los suelos de porcelánico Bianco Lasa añaden un toque moderno y elegante al ambiente, mientras que los muebles a medida optimizan el espacio y logran una integración fluida entre la cocina y el salón. Eso mismo se pretende en el dormitorio principal donde observamos puertas abatibles de cristal para crear continuidad y amplitud, manteniendo la sensación de diafanidad buscada en el proyecto.
La cocina y los baños cuentan con soluciones de almacenamiento discretas y funcionales, manteniendo la coherencia estética en todo el espacio. Además, se implementa iluminación integrada para realzar los detalles arquitectónicos y crear ambientes acogedores.
Gracias a las vistas panorámicas al Mar Mediterráneo desde todos los ambientes, se aprovecha al máximo la belleza natural del entorno, creando una atmósfera serena y relajante en el interior.
El resultado de este proyecto logra un equilibrio entre funcionalidad, elegancia y luminosidad, invitando a vivir en un entorno contemporáneo y confortable.
Fotografías realizadas por Cristina Goleman.